ENTREVISTA A SANCHO PANZA




                                                                                                    Por: Itandehui Cruz



La semana pasada gané un viaje a la Mancha en un juego de la feria, no podía creer mi buena suerte. Sin pensarlo dos veces, empaqué mis cosas y me fui. Cuando estaba de camino me mandaron una carta donde me avisaban que habría un recorrido especial, el guía sería el mismísimo Don Quijote. Me dije a mi misma que tenía que aprovechar la ocasión y sacar una buena entrevista o una foto, al menos.

            Al llegar me enteré de que el Caballero de la Triste Figura había tenido un nuevo encuentro con el Caballero de los Espejos, había salido un poco mal parado y no podría dar el recorrido. En verdad me sentó mal y estuve a punto de regresar a casa sin desempacar, por suerte me quedé y consiguieron que Sancho Panza, el fiel escudero, nos diera el recorrido.

            El plan no estuvo nada mal y al final conseguí hacerle la entrevista a él y una simpática foto de recuerdo, al menos. A continuación les dejo la entrevista, tal como ocurrió:



.- Señor Panza, ¿cómo se siente con la fama que ha conseguido al ser el escudero de Don Quijote?

Por favor, no es necesario que me hables con tanta propiedad. Y le recuerdo que debe completar el nombre de mi caballero con el “De la Mancha”, no se te olvide. Es muy importante recordar de dónde ha partido. Y, sabes, no me siento realmente muy famoso, muchos hablan del Caballero de la Triste Figura, pero a mi casi no se me menciona. Ni siquiera toman en cuenta que gracias a mi hemos salido bien parados en varias aventuras.



.- Si claro, todos lo sabemos bien. Aunque creo que la fama no es algo que a ti te preocupe mucho, ¿no es así? En lugar de ello, ¿qué es lo que más deseas que suceda cada que sales en una aventura?

Mira, con toda sinceridad yo lo que más espero es que tengamos que comer. No me importan mucho los caminos que recorramos o la gente que encontremos, en tanto no sean malhechores como aquél Ginés de Pasamonte que me robó mi runcio sin que me diera cuenta. Lo más importante siempre es tener que echarse a la boca, porque ni la gratitud ni los tropiezos le llenan a uno la panza. Se dice por ahí que panza llena y corazón contento, es cierto, nada hay más importante. Bueno, eso no es del todo cierto, lo que más espero siempre es que encontremos quién pueda darnos la ínsula que Don Quijote me lleva prometiendo desde que me sacó del pueblo.



.- Claro, claro, es totalmente comprensible. Pero imaginemos, si por alguna razón nunca pudieran conseguir la ínsula, ¿qué te gustaría como pago por tus servicios de escudero?

Eso es difícil, yo confío plenamente en la palabra de Don Quijote. Si él ha dicho que tendré mi ínsula es porque así será. Pero como también es cierto que nunca hay que dar nada por sentado y que las segundas opciones deben existir te diré que con que se me prometiera algún buen noble para casarlo con mi hija, con eso me daría por bien servido. Viviríamos como reyes gracias a la generosidad de su nueva familia.



.- Sin duda es una buena opción. Pero, ¿alguna vez has pensado en lo que harías si regresaras a casa y te encontraras con que Teresa se ha marchado?, ¿qué harías?

Mira, Teresa y yo nos amamos y nos detestamos a partes iguales. Así que es imposible que ella se marche sin decir nada. El tiempo que hemos estado lejos nos ayuda a extrañarnos, de modo que siempre esperamos volver a vernos. Además de que le he prometido gran cantidad de regalos a mi regreso.



.- Entonces sin duda debe esperarte con mucha ilusión. Aparte de Teresa, ¿qué es lo que más te hace falta cuando no estás en casa?

Son muchas cosas, los juegos de mis niños, un lugar confortable donde descansar al anochecer y tener el estómago lleno todos los días, eso es lo que más extraño.



.- Ya lo creo, eso debe ser difícil. Y, ¿qué es lo que más te gusta de salir a correr el mundo?

Los lugares a los que hemos llegado, he ido más lejos de lo que hubiera esperado. Otra cosa ha sido tener la amistad de Don Quijote, cada día es en verdad una aventura.



.- Que hermoso. Para terminar, ¿crees que, en alguna medida, te hayas contagiado de la locura de este caballero andante?

Mira, estoy aquí hablando contigo, como si fuera lo más normal del mundo. Porque lo es. No me he contagiado de locura, he re-descubierto el mundo. Sé que Don Quijote muchas veces ve peras en los olmos, pero yo sí sé dónde estoy parado en todo momento. Aun así me doy el lujo de encontrar pequeños encantamientos cada día.



Así terminó la entrevista, debo decir que hablar con Sancho Panza me dejó más que satisfecha. Al final no seguía lamentando que Don Quijote se hubiera accidentado, bueno no tanto. La locura es contagiosa, pero poder compartir tu realidad con alguien a quien aprecias es increíble.

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